martes, 3 de junio de 2008

LO PRECOZ Y LO PROFUNDO







En un trabajo leído durante el XX Congreso Internacional de Psicoanálisis, en París, julio de 1957, Winnicott trata de la confusión que puede surgir a causa de considerar como sinónimos las palabras "temprano" o "primerizo" con el concepto de "profundo". Nos habla por ejemplo de que pueden verse en las primeras semanas de vida ansiedades paranoides que, según él, son precoces pero no profundas. Nos dice que si hablamos de precocidad tenemos que tener en cuenta el medio ambiente que dio apoyo a la criatura. Un medio ambiente que no se recuerda y sobre todo, si complementó adecuadamente las necesidades físicas y emocionales de la criatura, la misma no tiene ninguna necesidad de registrarlo.

En una psicoterapia profunda este medio-ambiente temprano viene de manera implícita pero no puede ser presentado como material de trabajo (tanto si se trata de un niño o de un adulto), será el terapeuta quien aporte la concepción del medio ambiente inferido por medio de su vivencia emocional producida por el relato (contratransferencia) y el trabajo técnico que se aplique; recordemos que Winnicott utilizaba juguetes y dibujos en su psicoterapia con niños lo cual facilitaba, a su vez, un apoyo para el trabajo imaginativo que reviste de medio-ambiente el material "precoz".

Una teoría o una psicoterapia no puede hablar de profundidad si no reconoce que de entrada se des-conoce, que nadie puede contar la "envoltura" de las vivencias tempranas. Termina su trabajo de esta manera: ...."Resumiendo: la criatura humana debe recorrer cierta distancia desde la precocidad para alcanzar la madurez suficiente que le permita ser profunda"



fotografía: Donald Winnicott durante una sesión de psicoterapia infantil

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